Viernes 7 de noviembre del 2025
«Cuando el corazón duda, que sea la fe quien le tome la mano y le recuerde que aún en lo incierto también hay camino.» (Anonimo)
MI REFLEXION:
A veces dudamos de quienes amamos: hijos, pareja, familia, amigos, compañeros de trabajo, etc. No porque queramos, sino porque sus actitudes a veces nos inquietan, y la confianza se nos mueve por dentro. Pero dudar no es fallar. Es el alma avisando que algo necesita atención. Habla con sinceridad. Observa hechos, no palabras. Pon límites sin dejar de amar.
Y si aun así la paz no regresa, toca soltar. Soltar no es dejar de querer, es querer sin perderte. Es elegir la tranquilidad antes que el miedo. Al final, lo que está para quedarse, se queda con verdad. Y lo que no, se va… para que tú puedas seguir en paz. Por ejemplo: si tu esposo empieza a cambiar sus actitudes u observas pasos extraños, convérsalo, pon limites o suelta sin miedo. Si un hijo te esta quitando la paz, y ya no puedes controlarlo, suelta, confía y fluye, dejalo que vuele. Al final, seguirás siendo su Padre o su Madre.
Que siempre elijas la paz, incluso cuando el corazón tenga dudas. Porque donde hay verdad, la confianza vuelve… y donde no, el alma aprende a soltar. Te dejo de regalo esta melodía