Martes 21 de octubre del 2025
“El libre albedrío no es licencia para dañar. No es lo mismo libertad que libertinaje. La verdadera libertad se demuestra cuando pensamos antes de actuar, midiendo las consecuencias de nuestras decisiones y cuidando no herir a otros ni a nosotros mismos.” (anónimo)
MI REFLEXION:
El libre albedrío es un regalo divino, pero también una gran responsabilidad. No se trata de hacer lo que uno quiera sin medir consecuencias, sino de elegir con conciencia y respeto. La libertad se vive con equilibrio, con valores y empatía; el libertinaje, en cambio, ignora los límites y termina hiriendo, destruyendo o desviando el propósito de la vida.
Siempre he dicho que cuando se tiene libertad de actuar, y tomar las propias decisiones, debemos discernir y pensar antes de actuar. Con nuestras actitudes, con nuestro proceder, ¿a quien afectamos? Quizás a nosotros mismos y a nuestros seres amados. Por eso hay que pensar antes de actuar.
La libertad más grande no está en hacer todo lo que queremos, sino en tener la sabiduría de elegir solo aquello que nos construye y nos llena de paz.
Mis Reflexiones 