Viernes 17 de octubre del 2025
“Confiar no es ignorar el peligro, es creer que hay una fuerza mayor que siempre te sostiene, incluso cuando todo parece caer.” (Anónimo)
MI REFLEXION:
Vivimos en tiempos donde la palabra confianza parece una locura. Confiar cuando el mundo se cae a pedazos, cuando el mal cobra fuerzas, cuando las calles se llenan de miedo, cuando los noticieros solo traen sombras, y cuando incluso las promesas más dulces se rompen sin aviso… parece un acto ingenuo. Pero en realidad, es un acto de fe, de poder y de resistencia.
Confiar no significa cerrar los ojos ante el peligro. Confiar es abrirlos más, pero elegir no vivir paralizado por lo que podría pasar. Porque sí, hay delincuencia, hay traición, hay guerras, hay corazones dañados y almas sin rumbo… pero también hay una fuerza que sostiene todo: la mano invisible de Dios, del bien, del amor que no muere, de la esperanza que no se apaga. Confiar no es ignorar la maldad del mundo;
es decidir que la maldad no gobernará tu mente ni tu paz. Es decir: “No sé cómo, pero voy a estar bien. No sé qué pasará, pero el bien no me abandonará. No sé qué fuerzas me esperan, pero tengo una más grande dentro de mí.”
Confiar es caminar entre ruinas con la frente en alto. Es mirar el dolor y no dejar que te robe la calma.
Es proteger a los tuyos sin miedo, porque sabes que la fe también es un escudo. El mundo se tambalea, sí. Pero el corazón que confía se mantiene firme. Porque cuando confías, aunque todo parezca inseguro, tú te vuelves el lugar seguro. Y quien vive desde ahí —desde la fe, desde el amor, desde la certeza interior— no necesita garantías externas para seguir caminando.
Pase lo que pase, no dejes que el miedo te robe lo más valioso: tu capacidad de creer, de esperar, de confiar. Porque en un mundo donde todos dudan, confiar es el acto más valiente y revolucionario que existe. Por eso yo “Elijo confiar”
Cierro con esta bonita canción “Yo confio”
Mis Reflexiones 