Lunes 6 de octubre del 2025
“Pon tus obras en manos del Señor, y tus proyectos se cumplirán.” Proverbios 16:3)
MI REFLEXION:
Hay momentos en la vida en los que creemos tener todo bajo control. Planeamos, organizamos, soñamos… y aun así, algo se nos escapa. Es entonces cuando entendemos que por más capacidad, esfuerzo o inteligencia que tengamos, si Dios no está en medio de nuestros planes, algo queda incompleto. Poner nuestra vida en manos del Señor no significa quedarnos de brazos cruzados, sino reconocer que sólo Él tiene la visión completa del camino. Nosotros vemos el presente, pero Dios contempla el destino. Él sabe por qué cierra puertas, por qué retrasa respuestas, y por qué a veces nos pide esperar un poco más.
Cada proyecto, cada decisión, cada paso —grande o pequeño— necesita estar envuelto en oración. Porque cuando pedimos su luz, Él ilumina lo que la confusión oscurece; cuando pedimos su guía, nos conduce por senderos seguros; y cuando pedimos su protección, nos cubre con un amor que ningún mal puede quebrar.
Hoy, más que intentar controlar cada detalle, entreguémosle a Dios lo que somos y lo que soñamos. Digámosle con humildad y confianza: “Señor, entre tus manos pongo mi vida, mis proyectos y mis batallas. Dirige Tú mis pasos, porque en Ti confío.” Y entonces, con el corazón en paz, veremos cómo todo comienza a tomar sentido… porque todo lo que se pone en las manos de Dios florece.
Termino con esta bella canción “Entre tus manos”