LA IRA

Martes 23 de septiembre del 2025

Jesús, entrando en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; y no consentía que nadie llevase utensilio alguno por el templo. (Marcos 11:15-17)

MI REFLEXION:

Jesús muestra ira al ver que el templo se había convertido en un mercado, según Mateo 21:12-13: «Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo; y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; más vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.»  

Como podemos ver, hasta el propio Jesús tuvo esa emoción llamada IRA, que se presenta o surge, cuando sentimos que algo nos hiere, nos frustra, nos trata de manera injusta o amenaza lo que consideramos importante.  Es esa cosa o persona que tenta contra la paz interior o la felicidad, y que uno siente internamente que debe defender sobre todas las cosas.  Es una emoción intensa y poderosa.  Se manifiesta como una fuerza interna de enojo que puede ir desde una simple molestia hasta un estallido explosivo.  El cuerpo suele reaccionar con tensión muscular, aumento del ritmo cardíaco, calor en el rostro, respiración acelerada y a veces con la necesidad de gritar o actuar de forma impulsiva.  Pero también, la Ira se puede manifestar con el silencio total evitando enfrentamientos.

Psicológicamente, la ira puede nublar el razonamiento y llevar a comportamientos agresivos si no se maneja bien.  Pero también tiene un lado útil: nos alerta de que algo no está bien, nos da energía para defendernos y puede motivar cambios cuando hay situaciones injustas.   Si has pasado por esta emoción, si lo has sentido, si te identificas con ella, te recomiendo que para evitar la ira: respira profundo, aléjate un momento de la situación, piensa antes de reaccionar y enfócate en soluciones en lugar del problema.  Si es posible ignora, observa y contrólate, inteligencia emocional, no hay de otra.

Cierro con esta melodía para armonizar

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