Lunes 22 de septiembre del 2025
“La tristeza se queda, pero también nos ayuda a reconocer la alegría cuando llega.” (Antoine de Saint-Exupéry del El Principito)
MI REFLEXION:
Vi la película intensamente y me llamo tanto la atención la emoción «La Tristeza», donde observaba que nada, o pocas cosas le hacían cambiar su estado. ¿Como podríamos definir la tristeza? La tristeza es una emoción muy humana, tan natural como la alegría, aunque a veces nos incomoda aceptarla. En la película Intensamente la vemos como un personaje calmado, pasivo, casi inmóvil, y eso refleja mucho lo que sentimos en esos momentos: el mundo parece más lento, más gris, y cualquier cosa que antes nos animaba pierde brillo, cualquier cosa nos hace llorar, nos sentimos lentos.
Cuando estamos tristes, la energía baja, la motivación se esconde, y lo que antes parecía importante se ve lejano. No es que la vida deje de tener colores, sino que en ese instante nuestros ojos no logran captarlos. La tristeza tiñe la mirada, hace que lo positivo se sienta débil y que la esperanza parezca un susurro. Inclusive se pierde hasta las ganas de hablar.
Pero lo curioso de la tristeza es que también cumple un propósito. Nos obliga a detenernos, a mirar dentro, a reconocer lo que duele. Nos conecta con la vulnerabilidad, con la necesidad de ser escuchados, abrazados, comprendidos, con una sensibilidad y susceptibilidad extrema. Es un recordatorio de que somos humanos y que sentir no nos hace débiles, nos hace reales. Cuando la tristeza llegue, no la rechacemos ni intentemos disfrazarla de alegría forzada. Démosle su espacio, porque en su silencio ella también nos enseña. Después de todo, gracias a la tristeza valoramos más la alegría cuando vuelve, y aprendemos a abrazar la vida en todas sus tonalidades.
Si nos has visto la película Intensamente, te la recomiendo. Muy linda y real