Martes 2 de septiembre del 2025
“Hermanos, orad por nosotros” (1 Tesalonicenses 5:25)
MI REFLEXION:
A veces pensamos que la oración es algo personal, un encuentro íntimo solo entre Dios y nosotros. Y lo es… pero también es un puente que nos une como hermanos en la fe, nos une con los demás cuando también oramos por ellos. Cuando oramos unos por otros, estamos llevando las cargas del otro delante de Dios, estamos poniendo amor en acción. La oración por los demás es un acto de humildad y de solidaridad espiritual; es reconocer que necesitamos unos de otros y, sobre todo, que todos necesitamos a Dios.
Pedir oración no es señal de debilidad, es abrir nuestro corazón para recibir la fortaleza divina a través de la intercesión de quienes nos aman. Y orar por alguien más es ser parte del milagro que Dios está obrando en su vida. Es por eso que hoy quiero orar por mis seres amados: mis hijas, mis hermanos de sangre, mis amigos, mi pareja, mi salud, mi país, por la libertad del hermano país de Venezuela, por la paz del mundo.
Señor, tu conoces bien lo que cada uno de mis seres amados sienten en su corazón, conoces sus situaciones que le aquejan, lo que les preocupa a cada uno. Conoces Señor sus proyectos de vida. Es por eso que hoy te entrego todas esas cargas en tus manos para que tú, conforme a tu voluntad las hagas mas ligeras. Donde exista sufrimiento, dale alegría, donde haya escasez, dale abundancia y provee sus necesidades. Señor, donde exista un quebranto o enfermedad, por el poder de tus llagas, sana, libera. Envía tus santos ángeles a nuestros hogares, que habiten con nosotros, que nos cuiden, que nos guíen y nos acompañen siempre. Gracias mi Señor, gracias porque se, estoy segura que tus escuchas mi oración por mis seres queridos. Amen.
Cierro con esta bella canción “Te necesito”