Viernes 22 de agosto del 2025
“Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad. (Salmo 91:4)
MI REFLEXION:
Acá en dominicana estamos disfrutando de un Reality Show llamada La Casa de Alofoke. Muchos pensaran que esto es una perdida de tiempo, un puro show, etc. Sin embargo, hasta de esto uno aprende, nos trae una enseñanza. Hoy quiero reflexionar un poco sobre “Las malas intenciones” del otro. En la vida, no todo lo que brilla es oro. A veces, tenemos muy cerca personas que, con una sonrisa en el rostro y palabras dulces, esconden intenciones torcidas. Se visten de amigos, pero en el fondo celebran nuestros tropiezos y envidian nuestros pasos firmes. Y lo más peligroso es que no siempre los vemos venir… porque se camuflan bien. Por querer sacar ventajas del otro son capaces de hacer todo el daño posible.
Por eso es tan necesario pedirle a Dios discernimiento. Él nos da una luz especial para ver más allá de las apariencias y para detectar esas malas vibras que quieren robarnos la paz. No se trata de andar con miedo ni de desconfiar de todo el mundo, pero sí de aprender a escuchar nuestra intuición y, sobre todo, la voz de Dios que nos advierte cuando algo no está bien. Si hay algo de lo cual estoy segura es de que Dios protege a sus hijos. Cuidar nuestro corazón es un acto de amor propio. No tenemos que darles acceso a nuestra vida a quienes claramente traen oscuridad. Hay personas que merecen distancia, silencio y oración… nada más. Porque si dejamos la puerta abierta a cualquiera, terminamos cargando con heridas que pudimos evitar.
Así que estemos atentos, pidamos sabiduría, y recordemos: quien es de verdad no necesita caretas ni papeles para actuar. La autenticidad brilla sola; la falsedad, tarde o temprano, se cae por su propio peso, y nunca olvides que a los hijos de Dios nadie les hace daño.
Cierro con esta bella canción “Arrebato”