DIOS PROVEE, SIEMPRE A TIEMPO

Lunes 4 de agosto del 2025

“Partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron todos hasta quedar satisfechos y recogieron doce cestos llenos de sobras” (Mateo 14:19-20)

MI REFLEXION:

Hay momentos en los que sentimos que no es suficiente:  El dinero no alcanza, el trabajo se ha ido, los planes no salen como pensábamos, o el corazón anda con más vacíos que certezas.  En medio de esa sensación de escasez, es fácil caer en la preocupación, en el miedo, en la desesperanza.  Pero en esos momentos es cuando más debemos recordar quién es nuestro Dios, nuestro mayor proveedor.

En este pasaje bíblico podemos ver, que Jesús tenía solo cinco panes y dos peces. Una multitud hambrienta frente a Él.  Pero no se quejó, no se angustió, dio gracias, los bendijo y los compartió.
Y entonces ocurrió lo imposible: todos comieron y aún sobró.  Dios no necesita mucho para hacer un milagro.  Él puede multiplicar lo que tienes, abrir puertas que nadie ve, tocar corazones para que te ayuden, y llenar vacíos que no se llenan con dinero.

Cuando más falta te hace algo, Él se encarga de mostrarse como el Padre que no abandona, que provee, que sostiene, que sorprende.  Confía, aunque no veas todavía.
A veces la bendición no llega como tú esperas, pero siempre llega como Dios sabe que la necesitas.  Y no solo en lo material:  Él provee consuelo en el dolor, paz en medio del caos, compañía cuando te sientes sola, dirección cuando estás perdida.  Hoy, si sientes que algo te falta, recuerda: Dios es suficiente.  Y donde tú ves poco, Él ve posibilidad.

Cierro con esta linda canción “Dios proveerá”

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