Jueves 22 de mayo del 2025
«Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse.» (Mateo 5:14)
MI REFLEXION:
No todas las luces hacen ruido. Algunas simplemente iluminan. A veces nos esforzamos por hacer el bien, por actuar con amor, por dar palabras de aliento, por sembrar bondad, y pareciera que nadie lo ve. Que nadie lo agradece, que nadie responde. Pero hay una verdad silenciosa: el bien no necesita aplausos para ser real. Dios ve en lo secreto. Y lo que se hace desde el corazón, permanece.
Aunque algunos no te miren, aunque no lo reconozcan, aunque te ignoren o critiquen… tu luz sigue brillando. Porque la luz no pide permiso para alumbrar. Simplemente lo hace. Y si tu alma es de esas que brillan sin hacer alarde, sin competir, sin apagar a otros para brillar más, entonces eres de esas personas que dejan huellas en silencio, pero profundas.
Como decía Martin Luther King Jr.: «La oscuridad no puede expulsar a la oscuridad: solo la luz puede hacerlo.» Así que sigue siendo un ser de luz. Aunque te duela, aunque estés cansada, aunque nadie lo note. Porque quien es luz no lo finge, lo irradia. Y no hay sombra, ni crítica, ni abandono, ni indiferencia, que pueda apagar un corazón que eligió iluminar en vez de oscurecer.
Cierro con esta bellísima canción “Enciende una luz”