SERENIDAD

Lunes 19 de mayo del 2025

“En paz me acostaré y asimismo dormiré, porque solo tú, Señor, me haces vivir confiado.” (Salmo 4:8)

MI REFLEXION:

Vivimos en una época donde la prisa se volvió normal, donde todo es urgente, donde hay que hacer muchas cosas juntas, donde el ruido constante es parte del paisaje, y la ansiedad parece haberse instalado en los corazones.  La gente corre sin saber muchas veces hacia dónde va.  Quieren lograrlo todo, tenerlo todo, hacerlo todo, pero se les olvida VIVIR.

La serenidad no se encuentra en tener el control de todo, sino en soltar lo que no depende de uno, en respirar profundo y volver al centro.  Es ese estado donde el alma se aquieta, donde los pensamientos se calman y el corazón se reconecta con lo esencial, con lo realmente importa.  Cuando decidimos hacer una pausa, aunque sea breve, para escuchar el silencio, para mirar el cielo, para agradecer un simple vaso de agua o una caricia, estamos practicando la serenidad.  No es debilidad, es fortaleza envuelta en paz.  Es confiar que no todo depende de mí, que hay una mano divina que sostiene lo que yo no puedo sostener.   A veces, la mayor victoria no es correr más rápido y hacer tantas cosas, sino detenerse a tiempo, no es producir más, sino vivir mejor.

Quiero terminar con esta frase de un monje y escritor alemán llamado Tomás de Kempis que dice: “La serenidad no es estar a salvo de la tormenta, sino encontrar la paz en medio de ella”   Finalmente te regalo esta melodía de Paz y Serenidad.  Sube tus bocinas

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