TRISTE?

Miercoles 7 de mayo del 2025

“Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso.” (Mateo 11:28)

MI REFLEXION:

¿Qué hacemos cuando la tristeza nos invade y hasta cansados nos sentimos?   Hay días en los que el alma se siente pesada. No sabemos bien por qué, pero lo sentimos todo más denso: el cuerpo, el ánimo, los pensamientos. La tristeza llega sin pedir permiso, y el cansancio se instala como un huésped incómodo. Nos preguntamos: ¿Hasta cuándo este peso? ¿Dónde está la fuerza que ayer sí tenía?

Es en esos momentos, donde la Palabra nos reconforta el alma cansada: “Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso.”    ¡Qué promesa más tierna y poderosa! Jesús no nos exige estar fuertes para acercarnos a Él. Al contrario, nos llama justo cuando estamos en nuestro punto más frágil. Nos invita a soltar el peso, a descansar en su presencia, a dejar de fingir que podemos con todo.  

Cuando la tristeza te visite, no luches contra ella en soledad.  Llévala contigo ante Dios, ve a los pies de Jesús, háblale desde lo más profundo de tu corazón.  Llora si lo necesitas, descansa si estás cansado, calla si no tienes palabras.  Él no necesita discursos, solo sinceridad.   La tristeza no es falta de fe, es parte de la vida.  Pero la fe nos recuerda que no estamos solos en el dolor, y que hay una promesa viva: en Cristo Jesús, siempre hay un refugio donde descansar.  

En esta reflexión no cabe otra canción que no sea esta “Sumérgeme”

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