Lunes 7 de abril del 2025
Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo. El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas. (Salmo 23)
MI REFLEXION:
Hay momentos en la vida en los que todo parece apagarse. Caminamos por cañadas oscuras: problemas, enfermedades, pérdidas, duelos, falta de trabajo o empleo, bajas en las ventas de un negocio, situaciones familiares, etc., y el miedo asoma como un visitante no invitado. Pero en medio de todo eso, este Salmo nos recuerda una verdad profunda: no estamos solos. Dios va con nosotros, guiandonos y sosteniendonos. No delante ni detrás, sino a nuestro lado, como un Pastor que conoce cada curva del camino, que guía con ternura, que nos da descanso cuando más lo necesitamos.
Él no solo cuida de nuestra seguridad, también cuida de nuestro corazón. Nos lleva a lugares de paz, aunque por fuera todo parezca un caos. Repara nuestras fuerzas cuando creemos que ya no podemos más. Y esa es la esperanza más hermosa: que incluso cuando no entendemos el camino, podemos caminar sin temor, porque el que va con nosotros es fiel, amoroso y nunca falla.
Tu quizás puedas estar atravesando alguna situación, no importa de la índole que sea, es tu situación y te preocupa, te entristece. Hoy te invito a que pongas en las manos del Señor, que es tu guía, tu sostén, todo lo que pueda sucederte. Si tienes que llorar, llora, habla con El, cuéntale lo que te pasa. Ten Fe, pon todo en sus manos, mantén la calma, la paz interior y espera en El. No pares de orar, confia, confia.
Cierro con esta hermosa canción “El Señor es mi Pastor”