INTENCION

Lunes 31 de marzo del 2025

«Las cosas no tienen sentido por sí mismas, sino por la intención con la que se hacen.» (Séneca)

MI REFLEXION:

Cada acción que realizamos tiene un trasfondo, una razón que la motiva. Cada vez que digo algo, hago algo, detrás de eso hay una razón, algo que deseo lograr.   Las intenciones, sean buenas o malas, son el motor que impulsa nuestras palabras, decisiones y actitudes. En muchas ocasiones, lo que hacemos no es tan importante como el propósito con el que lo hacemos.  Algunas personas actúan con la intención de sumar, de construir, de aportar algo positivo a los demás. Estas son las intenciones nobles, las que nacen desde el corazón y buscan armonía. Sin embargo, también están aquellas que se disfrazan de buenas acciones pero que, en el fondo, llevan la carga de la discordia, la provocación o el daño.  Acciones que se hacen para provocar un malestar, desarmonizar.

En el ámbito de la pareja, por ejemplo, hay quienes hacen cosas con la intención de molestar, de probar la paciencia del otro, de generar una reacción, un malestar, etc.  A veces, en lugar de buscar el bienestar mutuo, se busca alimentar el orgullo o medir fuerzas, y muchas veces esto rompe con la armonía y el amor que exista.   En la familia, las intenciones también pueden dividir o unir.  Hay quienes, en lugar de fomentar la unidad, siembran discordia con palabras o gestos calculados para generar conflicto. En la vida en general, nos encontramos con personas que actúan con intenciones ocultas, con dobles discursos, con agendas personales que terminan afectando a los demás.

Es importante aprender a discernir las intenciones propias y ajenas. Preguntarnos antes de actuar: ¿Por qué hago esto? ¿Cuál es mi verdadera intención? Si la respuesta no está alineada con el amor, el respeto y la empatía, quizá sea mejor replantear la acción.  Porque, al final del camino, las intenciones siempre salen a la luz y dejan su huella en quienes nos rodean. 

Cierro con esta melodía