Jueves 13 de febrero del 2024
«Hay dos legados duraderos que podemos dejar a nuestros hijos. Uno son raíces, el otro, alas.» (Hodding Carter)
MI REFLEXION:
No hay mayor satisfacción para unos Padres, de haber criado unos hijos independientes, resueltos, capaces de enfrentarse a la vida, venga lo que venga. Hay que ayudarlos, empujarlos, aunque sea a la mala. Tarde o temprano, mama y papa tendrán la razón de haberlo hecho.
Criamos a nuestros hijos con amor, les enseñamos a caminar, a hablar, a enfrentar la vida… pero llega un día en que ellos deben extender sus alas y volar. Es un proceso natural, aunque como padres, a veces nos cuesta soltar. Queremos protegerlos, evitarles tropiezos, pero también sabemos que su crecimiento depende de que enfrenten el mundo por sí mismos. En estos tiempos, independizarse puede parecer más difícil. El costo de vida es alto, las oportunidades varían y hay jóvenes que postergan el momento de irse. Sin embargo, la independencia no solo se trata de irse físicamente, sino de asumir la vida con responsabilidad, tomar decisiones y aprender a sostenerse por sí mismos.
Como padres, nuestro papel no es retenerlos, sino apoyarlos en su proceso de vuelo. No significa que se alejarán de nuestro corazón, sino que llevarán consigo todo lo que les enseñamos. Que se vayan no es una pérdida, sino la confirmación de que hicimos bien nuestro trabajo. Así que cuando llegue el momento, en lugar de llorar porque se van, celebremos porque están listos para el mundo, empújalos para que vuelen, para que se vayan. Y recordemos: el amor siempre encuentra la manera de mantenerse cerca, sin importar la distancia; el amor de mama, de papa siempre estará ahí, aunque ellos no lo agradezcan, siéntete tu como mama o papa satisfecho de lo que hiciste por ellos.
Cierro con esta bella canción “Color de Esperanza”