ABRE TU CORAZON

Martes 24 de diciembre del 2024

«Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.» (Juan 8:12).   Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo(Mateo 2:10)

MI REFLEXION:

¿Que realmente celebramos el 25 de diciembre?   ¿No es cenar, reunirnos en familia a intercambiar regalos, beber, bailar?    Es el nacimiento del Niño Jesús, es la celebración, es conmemorar, recordar lo que es la Natividad.   Ese pasaje que nos cuenta ese recorrido de tres reyes magos en Oriente, guiados por una Estrella que los llevo hasta donde había nacido el Niño Jesús, en un lugar simple, sencillo, sin lujos.   Eso es lo que realmente recordamos y debemos abrir el corazón para celebrar y para que sea ese pesebre.  

Jesús nació en un pesebre, un lugar sencillo y humilde.  Reflexionar sobre cómo, a veces, nuestro corazón está lleno de «desorden», preocupaciones o cosas superfluas, pero aun así Jesús desea habitar en nosotros.  El reto está en preparar nuestro interior con amor, dejando espacio para la luz de Cristo.  Limpiar y adornar el corazón:  Así como decoramos nuestras casas para Navidad, podemos «adornar» nuestro corazón con virtudes: fe, esperanza, caridad, gratitud y perdón. Pregúntate: ¿Qué áreas de mi vida necesitan orden? ¿Qué debo dejar ir para que Jesús tenga un lugar cómodo donde nacer?

Jesús, la luz que ilumina nuestra oscuridad:  Al recibir a Jesús, permitimos que su luz disipe nuestras sombras: el miedo, la tristeza, la desesperanza.  Su nacimiento en nuestro «pesebre» personal es un acto transformador que nos llena de paz y propósito.   Ese pesebre es “nuestro corazón”, dejando a un lado tanta ira, tantos rencores y procurando prepararnos para recibir un nuevo año llenos de Fe, de Esperanzas, de nuevos propósitos.    Te motivo a que a través de la oración te vayas preparando para todo esto.

Cierro con esta hermosa canción “Mas allá”, escucha las letras hermosas

Deja un comentario