Miercoles 4 de diciembre del 2024
Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan. (Salmo 23)
MI REFLEXION:
En este día nos apoyamos en el Salmo 23. Nos recuerda que, aunque atravesemos momentos oscuros, de incertidumbre o miedo, no estamos solos. Dios está ahí, sosteniéndonos con su fuerza y dirección. Su vara simboliza protección, y su cayado, guía. Podemos sentirnos seguros, incluso en las cañadas más sombrías, porque su presencia nos da paz. Nos habla, además, de la capacidad de Dios para brindarnos tranquilidad y calma en medio de cualquier situación. La palabra sosiega implica consuelo, serenidad y un descanso profundo para el alma, especialmente en momentos de inquietud o peligro.
Este salmo nos hace una invitación a confiar, no en la ausencia de dificultades, sino en la certeza de que nunca enfrentamos nada sin su compañía amorosa. Este pasaje nos dice que el cuidado de Dios no es pasivo; Él actúa activamente para protegernos y guiarnos, y esa certeza debería darnos paz.
En pocas palabras, es como si nos dijera: «Estoy aquí, no temas, porque yo te cuido y te llevo por el camino correcto». Es un recordatorio poderoso de que, incluso en los momentos más oscuros, podemos encontrar descanso en su presencia. Así es que tranquilos, confiemos en el proceso, espera con calma, que los resultados de Dios siempre son para bien, a nuestro favor. ¡¡¡Confía!!!
Cierro con esta hermosa canción “Confío en Dios”