Miercoles 27 de noviembre del 2024
«No se engañen, pues lo que uno siembre, eso cosechará.» (Galatas 6:7)
MI REFLEXION:
«Lo que uno siembre, eso cosechará» es una poderosa invitación a reflexionar sobre nuestras acciones y decisiones diarias. Nos recuerda que todo lo que hacemos, decimos y pensamos tiene un impacto, tanto en nuestra vida como en la de los demás. Esta idea nos llama a actuar con responsabilidad, amor y justicia, sabiendo que el bien que sembramos regresa como fruto, al igual que el mal. Es vivir conscientes de que cada decisión es una semilla, y el campo que cultivamos es nuestra propia vida. Elegir buenas semillas nos garantiza una cosecha que vale la pena.
Dicho esto, en otras palabras, con ejemplos: si usted trata al otro mal, con desprecio, con malas intenciones, sin dar Amor, no esperes de esas personas que te traten bien, que te complazcan, que te sirvan cuando necesites. La gente se cansa del mal trato, y es por eso que pierde hasta los deseos de empatizar, de armonizar, de acercarse. La vida me ha enseñado alejarme de todo aquel que solo sabe regar semillas dañinas. Me gusta andar entre la gente que da Amor, empáticos, comprensivos, de buena comunicación, cero dramatismos, honestos, leales, frontales, sinceros, alegres, simpáticos, gente de Fe, positiva.
Si das Amor, amor recibirás. En la siembra de tu vida no esperes flores y frutos frescos, si las semillas que has regado y sembrado son secas, sin abono y en terreno seco. Reflexiona si lo que recibes de la gente va acorde a lo que tu das. No te quejes, lo que recibes es justamente lo que tu mism@ creas.
Cierro con esta canción “Yo vengo a ofrecer mi corazón”