Miercoles 20 de noviembre del 2024
«Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.» (Evangelio de Mateo 6:6)
MI REFLEXION:
Este versículo forma parte del Sermón del Monte, donde Jesús enseña sobre la oración sincera, enfatizando que debe ser un acto íntimo entre la persona y Dios, sin buscar la aprobación de otros, pues nuestro Padre del cielo sabe y conoce todas nuestras necesidades, sentimientos y pensamientos. Es una invitación a la comunión personal con el Señor en humildad y privacidad.
Yo les cuento por testimonio propio, que siempre saco ese espacio a solas, en silencio o a veces acompañada de alguna música o melodía suave, donde luego de invocar la presencia gloriosa del Santo Espíritu, siento y logro una conexión especial, amorosa, y delicada con mi Dios. Ahí, si tengo que llorar lloro, si tengo que reír, rio, pido, agradezco y aprovecho el momento, y no solo oro por mi sino por los míos, mis seres amados, mis amigos. Nunca dejes de orar, de tomarte cada día unos minutos a solas con el Señor, esto te ayudara a fortalecer tu Fe, tu espiritualidad, a sanar, a liberarte de todas las cargas que sientes que tienes. Hazlo, pruébalo, te aseguro que da muchos resultados de bienestar, amor, sanación y gozo.
Hoy, aprovecho este momento para orar por nuestras vidas: mi corazón, mis sentimientos, mi salud, mis finanzas, mi hogar, mis hijas, mi relación de pareja. Oro por mi mascota, por mis bienes materiales, en gratitud total, agradezco porque cada día me puedo sentar a la mesa y disfrutar de alimentos. Agradezco porque cada mañana puedo abrir mis ojos y compartir un mensaje de amor con los que ahora leen mi reflexion. Gracias mi Dios por darme la Luz que necesito, las palabras precisas, para llevar aliento y Esperanza a otros. Gracias Señor por estar en mi vida, por acompañarme, por guiarme, por cuidarme. Gracias Señor mio, por amarme tal cual soy, una mujer Alegre, autentica, noble, honesta, fiel, amorosa, libre y abundante. Gracias por que se, que nunca te apartas de mí. Gracias, gracias, gracias Señor!!!
Cierro con una de las melodías que utilizo para orar cada mañana, a solas con mi Dios. Puedes usarla inclusive, no solo para tu momento intimo con el Señor, sino también para ambientar tu espacio de trabajo, de quehaceres domésticos, pues nos llena de paz y de Amor.
Mis Reflexiones 