Viernes 26 de julio del 2024
“Una vez salió un sembrador a sembrar. Y sucedió que, al sembrar, una parte cayó a lo largo del camino; vinieron las aves y se la comieron. Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde no tenía mucha tierra, y brotó en seguida por no tener hondura de tierra; pero cuando salió el sol se agostó y, por no tener raíz, se secó. Otra parte cayó entre abrojos; crecieron los abrojos y la ahogaron, y no dio fruto. Otras partes cayeron en tierra buena y, creciendo y desarrollándose, dieron fruto; unas produjeron treinta, otras sesenta, otras ciento. Decía: Quien tenga oídos para oír, que oiga” (Parábola del Sembrador, en Marcos 4, 1-20)
MI REFLEXIÓN:
En este nuevo día Señor, con un corazón abierto, llenos de Fe y Esperanza, venimos ante ti a pedirte que nos ayude cada día a ser mejores personas, ayúdanos Señor a dondequiera que estemos, que podamos dejar una huella positiva, que los demás sientan con nuestra presencia, que Tu estas en mí, que podamos ser un reflejo de Ti Señor. Ayúdanos a regar las semillas de tu palabra, de tu Amor y que podamos ver frutos, solo para tu Honra y Gloria, no para vanagloriarnos.
¡Ayúdame a ser tierra buena Señor! Ayúdame a despojarme de lo superfluo y de lo que no me es necesario. Ayúdame a ser humilde y sencilla(o). ¡Ayúdame a ser tierra buena Señor! Sé que para ser terreno fértil, debo aprender a ser pequeña(o), a concentrarme en lo esencial, a exponerme al riesgo de no ser importante ni tenido en cuenta. Ayúdame Señor a no ser arrogante, a ser sencilla, empática, noble, amorosa, pero siempre siendo autentica. Amen.
Cierro con esta bonita canción “Renuévame”