Viernes 26 de enero del 2024
El libro de Santiago, capítulo 1, versículo 19, dice: «Mis queridos hermanos y hermanas, sed prontos para oír, tardos para hablar y lentos para la ira»
MI REFLEXION:
Este pasaje explica el valor de permanecer ecuánime en tus relaciones con los demás. Enseña que la escucha atenta abre la puerta al aprendizaje y es a menudo una tarea más importante que ser escuchado. La ira también es vista como una reacción que es mejor controlar. La ira es una emoción que puede nublar la mente, y a su vez daña, lastima una relación, un corazón.
Este pasaje es tan completo, por eso me identifico mucho con El. Es cuestión de detenernos a escuchar antes de hablar y emitir una opinión, un juicio. Muchas veces nisiquiera escuchamos y ya estamos respondiendo a veces sin pensar. Escucha, calla, piensa y habla. Si sientes ira, mejor quédate callado antes de lastimar. Recuerda que si Amas eres capaz de callar, pensar, discernir. Y otra cosa: no te tomes las cosas de manera personal.
Cierro con esta bonita cancion “Corazon de Barro”