Lunes 24 de octubre del 2022
Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo. (Efesios 4:32 32)
MI REFLEXION:
Dejar atrás los rencores y la amargura puede dar lugar a una mejor salud y más tranquilidad. El perdón es remitir, soltar y olvidar las ofensas. Hay que perdonar porque las heridas que traemos por el dolor causado y que revivimos cada vez con el recuerdo, desgastan nuestra energía.
Perdonar no es un acto de caridad ni de sumisión hacia el otro, y tampoco supone aprobar lo que nos hizo. Perdonar supone aceptar que esa persona se equivocó y nos hizo daño, restringiendo dicho hecho al contexto en el que ocurrió, y evitando verlo como una actitud general en la relación. Yo en lo personal he sido una persona que me he sentido herida, ofendida, sin embargo, confieso que en mi corazón no alberga rencor hacia nadie. Siempre estoy abierta al diálogo, a la conciliación y al perdón o sanación. ¿Y a ti, te cuesta perdonar?
Cierro con esta bonita canción “Hoy perdóname”
Mis Reflexiones 