Lunes 10 de enero del 2022
Y sucedió que, cuando todo el pueblo era bautizado, también Jesús fue bautizado; y, mientras oraba, se abrieron los cielos, bajó el Espíritu Santo sobre él con apariencia corporal semejante a una paloma y vino una voz del cielo: «Tú eres mi Hijo, el amado; en ti me complazco». (Lean en detalles Lucas (3,15-16.21-22)
MI REFLEXION:
Mis queridos tod@s, les cuento que ayer estuve en la celebración dominical Eucarística de mi Parroquia, donde renovamos los votos bautismales con agua bendita, recordando aquel bautismo de Jesús en el Jordán. Les confieso que cuando sentí esas gotas de agua bendita sobre mí, sentí al mismo Espíritu Santo que me tocaba, lloraba de gozo, pues me llego a la mente esa renovación de mi bautismo en el mismo Jordán, cuando hace dos años tuve la bendición de ir a Tierra Santa y hacerla. Aquello no se puede contar, hay que vivirlo.
Soy muy susceptible al toque del Santo Espíritu de Dios, lloro fácilmente y eso me llena de alegría, pues ese es un don que el mismo Espíritu Santo me regala, ese don de lágrimas, ¡¡¡¡bendito sea Dios!!! Cuando lloro en su presencia y me dejo envolver en su Amor soy inmensamente feliz.
Hoy, en este día Espíritu Santo de Dios, vengo a pedirte que nos llene de tu Santa presencia, que nos llene de tu Amor, que nada ni nadie nos haga sentir vacíos, pues con tu Amor basta. Ven Espíritu Santo de Dios y llénanos de ti, ven con tu fuego sanador a sanar heridas físicas y del alma. Ven Espíritu Santo y manifiéstate en cada uno de nosotros como tu quieras, queremos sentir el fuego de tu Amor, de tu presencia sanadora. Gracias Espíritu Santo, bendito y alabado seas por siempre, amen, amen, amen.
Cierro con esta hermosa canción “Inúndame Señor con tu Espíritu”
Mis Reflexiones 