Martes 30 de noviembre del 2021
Si tus labios profesan que Jesús es el Señor, y tu corazón cree que Dios lo resucitó de entre los muertos, te salvarás. Por la fe del corazón llegamos a la justificación, y por la profesión de los labios, a la salvación. Dice la Escritura: «Nadie que cree en él quedará defraudado.» (Vean carta del apóstol san Pablo a los Romanos 10,9-18)
MI REFLEXION:
Si hay algo en lo cual yo creo es, que Nadie que ha confiado en el Señor ha quedado defraudado. Yo creo en sus promesas, yo creo en su palabra, yo creo que Él es el único que tiene la última palabra en todo, yo creo que para Dios nada es imposible, yo creo que el Señor nuestro Dios es el dueño del principio y el fin y creador del Cielo y la tierra.
Porque yo creo que Él, quien es que tiene todo el Poder y la Gloria, hoy, una vez más, pongo en sus manos mi vida, todos mis deseos, anhelos. A ti Señor pido Luz, discernimiento, guía para continuar este caminar, sin perder mi enfoque hacia ti. Señor solo tú tienes palabra de vida eterna.
Cierro con esta linda canción “Dios de Victoria”