CAMINEMOS CON JESÚS

Lunes 26 de junio del 2017

Dice el Salmo 32: “Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, en los que esperan en su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre”  y si nos vamos a la 1ra. lectura de hoy Génesis 12: 1 y sgtes., dice así:  “El Señor dijo a Abrán: «Sal de tu tierra y de la casa de tu padre, hacia la tierra que te mostraré. Haré de ti un gran pueblo, te bendeciré, haré famoso tu nombre, y será una bendición.  Bendeciré a los que te bendigan, maldeciré a los que te maldigan. Con tu nombre se bendecirán todas las familias del mundo.»  Esto es palabra de Dios, te alabamos Señor!!!

 

MI REFLEXION PERSONAL:

Muchos son los que cada día me dicen que mi reflexión les cayó como anillo al dedo, quizás porque ventilamos mensajes de aliento, refugio, motivación, etc.   Sin embargo cuando me voy a la palabra de Dios y profundizo ahí, no son todos los que se detienen a leer cada línea que escribo porque quizás les resulta aburrido.  Hoy es un día de esos donde vengo a  reflexionar en estos dos pasajes bíblicos.

El Señor nos escogió a cada uno por nuestros nombres, nos eligió, pero no fue para solamente nosotros esperar que nos llene de bendición, sino para que abramos la boca y les contemos a otros las maravillas que Él ha hecho en nuestras vidas.   Nadie se escapa de situaciones difíciles en ciertos momentos, pero cuando tenemos a un Cristo Vivo en nuestro corazón, esa es nuestra arma de combate, tener a Jesús como nuestro sostén, refugio, guía, defensor.  Ese Jesús amoroso que nos da la luz para decirnos el camino que debemos recorrer, a través de la Luz de su Santo Espíritu.

Hoy quiero decirte, apoyada en la palabra, que tú y yo estamos comprometid@s a llevar el mensaje a otros, a no avergonzarnos de hablar de Él, de sus grandezas, de sus bondades, de su misericordia.  Qué bueno es el Señor, su fidelidad sobre pasa todo entendimiento, su Amor es infinito, aun nosotros quizás siendo tímidos en sus cosas, Él nos da y nos sobra.  Gracias mi Señor, te alabamos y te bendecimos y te damos gracias por siempre.  Gracias por elegirme a mí para decirles a otros Cuan Grande es tu Amor.

Termino con esta bella canción titulada  “Desde mi Interior”, recordando con Amor y añoranzas mis tiempos de servicio en la Onda Juvenil Católica, junto a mis hijas

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